¿Te cuesta que tu hijo se duerma? ¿Son las dos y todavía está con los ojos como platos?
Aquí encontrarás algunas claves para intentar crear un relax previo al sueño.
Es recomendable establecer unos hábitos diarios que el niño reconozca como previos al hecho de irse a dormir. Por ejemplo, la lectura compartida en su cama cuando ya están listos para dormirse.
La lectura por la noche ayuda a:
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Desconectar de las pantallas o luces a las que están expuestos durante el día.
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Crear una atmósfera de relax.
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Crear un vínculo con los padres.
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Conocer historias de forma indirecta sin estímulos externos demasiado estridentes.
Desde la editorial os traemos un cuento idóneo para este momento tan deseado por los padres, un largo y profundo sueño.
La luna se ilumina al pulsarla, creando una tenue luz en la habitación. No contiene sonidos que exalten al niño y las ilustraciones son relajantes.